Enamorándome de mi esposa provisoria novel Chapter 102

Capítulo 102

Kathleen sonrió un poco.

-No se preocupe, scie: Pollard. No creo que sea usted quien este detrás. Sólo quiero encontrar al verdadero culpable. Tal vez usicd fue incriminado por su enemigo.

– Asi es!:Si mi enemigo estaba detrás de esto, debe ser Samuel! -exclamó lván con furia.

Kathleen estrecho los ojos hacia él. «Parece que hay mala sangre entre Iván y Samuel».

– ¿Samuel? No esperaba que mi exmarido quisiera matarme -fingió sorprendida.

Un destello gelido apareció en los ojos de Iván.

– ¿Por qué no lo haría? Haria cualquier cosa por Nicolette.

-No me sorprende escuchar eso. Después de todo, fui yo quien arruinó la cara de Nicolette. Me pregunto como estará ahora -resopló.

– He oido que Samuel encontró el mejor cirujano plástico para ella. Después de eso, la escondió en otro lugar. Señorita Johnson, este tipo de hombre no merece su afecto – comentó

-Debe estar bromeando, Sr. Pollard. ¿Como podria seguir anhelandolo después de todo lo que me ha hecho? Desearia que estuviera muerto–respondió ella con una voz escalofriante.

-¿Quieres que me muera? -la voz sin emoción de Samuel sonó de repente desde atrás.

Kathleen se quedó helada en el acto. «¿Por qué está aqui? ¡Esto es malo! Ha oido todo lo que he dicho sobre el. ¡Qué momento tan horrible!>>

Echo una mirada furtiva a lván, sólo para ver que sonreía con malicia. «Ese viejo zorro astuto!>>

-Sr. Macari, ¿sabe que es impropio escuchar a escondidas la conversación de otras personas? -dijo con sarcasmo.

En cambio, Samuel fijó su fria mirada en Iván.

-Llevo dias buscándote.

Iván se rio con torpeza.

-Senor Macari,,de qué está hablando? No sabia que me buscaba. De todos modos, tengo que irme ahora.

-Espera! -Kathleen miró con ansiedad a Iván, que estaba a punto de huir.

Samuel agarró la mano de Kathleen y la abrazo. Rodeó su esbelta cintura con sus grandes manos. siCielos, es tan suave!

-¡Suéltame! -gritó ella furiosa. Pudo ver su exquisita mandibula en cuanto levantó la cabeza, le dirigio una afilada mirada

-Siéntete libre de preguntarme lo que quieras saber. No hace falta que busques a ese tipo.

-No tengo nada que ver contigo. ¿Por que debería buscarte? Suéltame-reclamo, era como un paiaro enjaulado en ese momento.

Samuel recordo las palabras de Tyson.

-Ven conmigo. Puedo explicartelo todo.

-¡No! ¡No quiero! ¡Estamos en publico, Samuel! ¡Mira lo que estás haciendo! ¡No quiero que la gente se haga una idea equivocada! -se quejó con voz suave.

Los labios de Samuel se curvaron en una sonrisa diabólica:

-Sera mejor que me sigas o te besaré aquí mismo. Vamos a ver como puedes explicar la situación más tarde.

Ella se quedó sin palabras ante su desvergüenza: «¡Ah! ¡Que idiota! Ugh. ¡Es tan exasperante!»

-Vamos -agarrandola de la mano, la condujo fuera del lugar y la llevó a una habitación.

Después, la apretó contra la puerta. Le pellizcó la barbilla con sus largos y toscos dedos y le dijo:

-Ivan es el amante de Vanessa. Sólo el infierno sabe a cuántas mujeres ha dañado ese hombre en el pasado. ¿Por qué le provocas?

Ademas, Ivan contaba con Vanessa para ocuparse de sus asuntos. Se apoyaban mucho el uno en el otro.

-Asi que, eso es -Samuel sonrió: «Por fin es capaz de hablarme con calma».

Por desgracia, la euforia de Samuel duró poco. Kathleen volvió a perder los nervios:

-De todos modos, ¿qué tiene que ver esto contigo? ¿Sabes que estoy muy cerca de sacarle algo a lván ahora mismo?

– He estado investigando sobre ellos durante el último año. Sé mucho sobre ellos. Puedo contarte todo lo que quieras averiguar -ofreció él con una voz ronca y seductora.

-¿Qué es esto? ¿Estás traicionando a tu familia? Vanessa es la tia de Nicolette, e Iván puede ser considerado el tio de Nicolette por su relación intima con Vanessa. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? – se burló.

Samuel permaneció en silencio a pesar de sus comentarios sarcásticos: «Supongo que me lo merezco por lo que le he hecho en el pasado».

-Pues resulta que mi suegra es su tía -se burló Samuel. Ahora le tocaba a Kathleen quedarse sin palabras.

-¿Kathleen? -La voz de Charles sonó desde fuera de la habitación.

-¡Déjame ir! Mi hermano me está buscando-suplicó con ansiedad. «¡Estoy condenada si Charles nos ve asi!»

–Puedo contarte todo lo que Iván ha hecho por Vanessa. Sólo tienes que venir a la Mansion Florinia mañana por la noche. Te mostraré todas las pruebas -sonrió.

Kathleen se congelo ante su sugerencia. Apretando los dientes, espeto:

-Samuel, ¿me tomas por esa clase de mujer?

-Siempre serás la mujer más pura de mi corazón. Sólo quiero probar tu comida. Una estara bien.

-¿Una comida? ¿Prometes darme la información cuando termines de comer? – indagó.

-Si. Te daré lo que quieras -prometió.