Capítulo 184 La residencia Yoeger era más tranquila de lo que Kathleen esperaba. Al parecer, nadie de la Gulia babia previsto que alguien se inmiscuyera.
Aun así, fue algo bucno para ella, pues pudo relajarse un poco.
Karbleen consiguió entrar en la residencia con facilidad.
Había ordenado a alguien que trazara el plano del edificio y marcara en que habitación dormia Frances.
Como tenía problemas para caminar, se alojaba en la habitación del primer piso por comodidad.
Encontro la habitación y abrió despacio la puerta.
Sólo había una luz nocturna encendida, y la habitación seguia estando algo oscura.
Tras asegurarse de que no había nadie más, entró en silencio y cerro la puerta.
Con pasos pequeños y silenciosos, se acercó con sigilo a la cama.
Kathleen sacó una vela destinada a adormecer a una persona.
Estaba a punto de encenderla cuando la oyó hablar: -¿Quien eres? Kathleen hizo una pausa conmocionada.
Dejó la vela y miró a Frances.
-Yo…
-Haz lo que quieras -dijo Frances mientras cerraba los ojos.
Kathleen se quedó sin palabras.
-Viejo.
Sra.
Yoeger, soy Kathleen -se agachó.
Frances abrió los ojos una Tances abrio los ojos una vez mas para mirar bien.
LM2 VU -Oh, usted es esa mujer de la familia Macari? -Soy la exesposa de Samuel.
Frances la miró a los ojos.
-Un hombre al que le gusta Nicolette no es una buena persona.
Te recomiendo que lo dejes cuanto antes…
Kathleen se quedó aturdida.
-Es cierto que se está volviendo senil, vieja señora Yoeger? -¿Quién ha dicho eso? Son ellos los que se están volviendo seniles -dijo Francescon dureza-, Espera, quien eres tu? Una vez más, Kathleen se quedó sin palabras.
-Olvídalo.
Debe haber algo malo con la vieja Sra.
Yoeger si está actuando de esta manera, penso.
Kathleen encendió la vela.
Después de que Frances se durmiera, sacó una aguja de plata y la introdujo en la mano derecha de Frances.
Lucro la sacó después de un rato.
El extremo de la aguja de plata se había vuclio negro, Parece que la vicja Sra.
Yoeger está envenenada.
No es por la enfermedad de Alzheimer-, se percató.
Sacó más agujas de plata y empezó a tratarla.
Después de treinta minutos, sacó Todas las agujas y comprobó que todas se habían vuelto negras.
Enarcó las cejas.
A juzgar por las agujas, pensó que había estado envenenada durante más de unos dias.
Además, cra un veneno crónico.
– El que inizo esto fue muy inteligentes, pensó.
Si esa persona hubiera utilizado un tipo de veneto que hiciera efecto de inmediato, seria fácil para los demás diagnosticar que Franceshabia sido envenenada.
Sin embargo, como habian utilizado un veneno lento y crónico, seria más dificil de detectar Fue una suerte que ellapensara que algo iba mal y acudiera a la residencia de los Yoeger.
Además, sabia que Vanessa les impediría verla.
Si no ido venido esa noche, de seguro nunca habría tenido la oportunidad de ver a Frances.
Kathleen miró su rostro pálido mientras sus ojos lagrimeaban.
Frances de seguro nunca espero que su propia hija biológica la envenenara.
Al cabo de un rato, estaba a punto de marcharse cuando oyó un sonido procedente del exterior dela puerta.
De inmediato abrió la ventana y saltó por ella antes de cerrarla despacio.
No tenia prisa por irse.
Entonces vio que Vanessa llevaba un tazón de hierbas medicinales.
Se acercó a Frances y le dio un codazo, pero la anciana no respondió.
Al final, la obligó a abrir la boca y vertió la medicina en su boca.
-Que mujer tan cruel!-, penso.
Kathleen sacó su telefono para grabarlo todo como prueba.
De repente, Vanessa sintió que alguien la observaba, asi que giró la cabeza.
Kathleen se agachó de inmediato.
-Acaso vi mal? – Vanessa enarcó las cejas.
Volvió a mirar a Frances con desden-: No me culpes, mama.
Soy tu hija mayor, pero has decidido dárselo todo a esc inútil de Zachary.
Se supone que sólo debes cuidarte.
– También son mis padres, Charles.
No puedo quedarme de brazos cruzados.
Además, la vieja señora Yoeger es nuestra abuela.
No puedo quedarme de brazos cruzados y no hacer nada al respecto El apretó los labios en silencio.
-No te preocupes, Charles.
Nadie me vio.
Tuve mucho cuidado -añadió.
– No importa si tienes cuidado.
Ese lugar es la boca del lobo -dijo mientras se frotaba las sienes – Qué has averiguado? –La vieja Sra.
Yoeger está envenenada.
No tiene Alzheimer.
La que la enveneno es Vanessa.
-¿Tienes alguna prueba -preguntó con gravedad, - Las pruebas que tengo todavía no son suficientes.
Pienso ir alli de nuevo manana por la noche e instalar un micrófono de audio en la habitación de la vieja señora Yoeger.
-¿Un micrófono? -Charles frunció el ceño.
Yo iré.
-No -rechazó al instante-Ile estado allí una vez.
Estoy más familiarizado con el lugar que tú.
Puedes seguirme y esperarme fucra
– Entraremos juntos.
- Será más fácil que nos descubran si somos dos.
Por favor, confia en mi esta vez, Charles.
Estaré bien-Kathleen se mantuvo firme.
El permaneció en silencio.
-Tambien tengo que atender a la vieja señora Yoeger.
Tengo que volver -explicó-.
Está muy envenenada.
Si no la ayudo, su vida podria estar en peligro.
Comments
The readers' comments on the novel: Enamorándome de mi esposa provisoria